En debate de control político ante la plenaria de la Cámara, el representante Iván Cepeda, pidió un minuto de silencio por los indígenas que han sido asesinados en medio del conflicto. El vocero de las comunidades indígenas del norte del Cauca, Feliciano Valencia, intervino ante la plenaria y le pidió al Gobierno que no los estigmatice y que les brinde garantías plenas en materia social.

BOGOTÁ, 25/07/12. El representante a la Cámara Iván Cepeda Castro, quien junto al representante Guillermo Rivera, lideró el debate sobre la grave situación del departamento del Cauca, propuso la creación de una comisión interpartidista que visite el departamento del Cauca y respaldó la solicitud de las comunidades indígenas a los actores armados, en particular al Estado y la guerrilla de las Farc, para que establezcan diálogos humanitarios, se abstengan de atacar a la población civil, y se comprometan a respetar su autonomía como pueblos indígenas“El Cauca necesita soluciones inmediatas. Su situación no puede convertirse en el objeto de discusión entre los nostálgicos de Uribe y los que se acomodaron con Santos. Muestras del fracaso de las zonas de consolidación son los numerosos desplazamientos se ha dado, las mafias reinantes en la zona, los ataques contra la población civil por parte de todos los actores del conflicto, la pobreza y el enriquecimiento de quienes despojaron las tierras”, afirmó el representante.

El congresista citó un informe de la corporación Nuevo Arcoiris titulado Las Bacrim retan a Santos, publicado en enero de este año, según el cual, los efectivos de las Fuerzas Militares en el Cauca se han triplicado desde principios de 2011, llegando a 7 mil. También hacen presencia 9 frentes, compañías y columnas móviles del ELN y de las FARC, generando todo tipo de violaciones al DIH, como el corte energía y bloqueo al suministro de alimentos, ataque a niños y a la población en sus viviendas, empleo de símbolos de la comunidad indígena o distintivos de las misiones médicas (perfidia), hostigamientos que generan un permanente estado de angustia y zozobra sicológica, y la estigmatización de los indígenas como si fueran parte o base social de los armados, cuando en realidad son atacados por ellos.

“Decir que las comunidades indígenas están infiltradas o que son conscientemente aliadas de la guerrilla no solo es de una inmensa torpeza, sino de una inmensa irresponsabilidad”, concluyó Cepeda.

Según un informe de la Defensoría del Pueblo, en los últimos 6 meses se han presentado enfrentamientos armados en 16 de los 42 municipios del Cauca, hubo 18 homicidios a comuneros indígenas, 120 hechos de violencia, 22 desplazamientos colectivos, más de 4 mil personas desplazadas y 232 bienes civiles afectados.

Por su parte, el vocero indígena Feliciano Valencia, quien intervino ante la Plenaria, afirmó que sus comunidades llevan 21 años esperando que se cumplan los preceptos contemplados en la Carta Constitucional que tienen que ver con estos pueblos. Dice que desde la década de los 80, son 26 los acuerdos incumplidos o cumplidos parcialmente por los distintos gobiernos.

Valencia reiteró que los indígenas del Cauca buscan que el Gobierno central les brinde garantías para ejercer su autonomía. Piden que la expedición de un decreto autonómico de educación, la puesta en marcha de un sistema especial de salud y una política de remplazo de la economía ilegal por el modelo productivo alternativo de las comunidades.